Un milagro inesperado sacudió a la Iglesia Católica de Estados Unidos durante el mes de julio, transformando corazones y renovando la fe de miles de personas. Así lo cuenta el Obispo Andrew Cozzens desde Quito, al compartir los “sorprendentes” frutos del Congreso Eucarístico Nacional que se celebró en Indianápolis y que él presidió.
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