Santidad y política
“El don de la gracia «sobrepasa las capacidades de la inteligencia y las fuerzas de la voluntad humana” (n. 54)
El apenas pasado lunes 9 del presente mes, fue presentado un nuevo documento del Papa Francisco, una Exhortación Apostólica intitulada “Gaudete et exsultate”, [que significa “Alégrense y regocíjense” (Mt 5, 15)] y versa “sobre el llamado a la santidad en el mundo actual”.
La Exhortación Apostólica es un documento que ha tenido un uso predominantemente post conciliar por parte de los Romanos Pontífices; es un documento doctrinal y pastoral de naturaleza eminentemente exhortativa como su nombre lo indica , por eso Francisco afirma que “no es de esperar aquí un tratado sobre la santidad, con tantas definiciones y distinciones que podrían enriquecer este importante tema, o con análisis que podrían hacerse acerca de los medios de santificación. Mi humilde objetivo es hacer resonar una vez más el llamado a la santidad, procurando encarnarlo en el contexto actual, con sus riesgos, desafíos y oportunidades” (n. 2).
Los destinatarios somos todos los bautizados, como afirma el Papa: “Espero que estas páginas sean útiles para que toda la Iglesia se dedique a promover el deseo de la santidad” (n. 177).
Si bien es cierto que es un llamado en general a todos los fieles cristianos a la santidad, quisiera hacer aquí una breve lectura en clave de llamado a la santidad viviendo la ciudadanía, haciendo política; es decir, cómo el cristiano haciendo política debe estar inspirado en el evangelio para impregnar toda acción política del mismo, y que esto le libre de los vicios que corrompen tan noble tarea. El católico que hace política debería reflejar nítidamente el amor, la verdad, la justicia, la renuncia al egoísmo que propone el Evangelio.
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