La Conferencia de Obispos Católicos de Filipinas (CBCP) respondió a la blasfemia del presidente Rodrigo Duterte, que hace unas semanas llamó “estúpido” a Dios, convocando a varios días de oración, ayuno y limosnas.
En su exhortación pastoral del 9 de julio, los obispos pidieron rezar por aquellos “que se consideran sabios y consideran que la fe cristiana no tiene sentido”, así como por quienes “blasfeman diciendo que nuestro Dios es estúpido”.
Los obispos pidieron a los más de 85 millones de católicos de Filipinas que el próximo 16 de julio sea un “día de oración y penitencia”, y que del 17 al 19 ofrezcan “el ayuno, la oración y la limosna” ante los agravios de Duterte.
Duterte, conocido por sus polémicas declaraciones y por permitir las ejecuciones extrajudiciales en su lucha contra las drogas, ofendió a los católicos usando la doctrina sobre el pecado original.
Según informó el medio local Inquirer, el 22 de junio el mandatario dijo “¿quién es este Dios estúpido? Creaste algo perfecto y entonces crees que un evento destruiría la calidad de tu trabajo (…) ¿Cómo puedes creer en Él?”.
“Entonces todos hemos nacido con un pecado original. Incluso en el vientre, ya hemos pecado. ¿Qué tipo de religión es esa?”, expresó.
Según el medio, Duterte dijo que estas palabras están conectadas a su frustración por las críticas a su Gobierno de parte de la misionera australiana Patricia Fox.
En la exhortación pastoral, los obispos recuerdan que “no somos líderes políticos y ciertamente no somos oponentes políticos del Gobierno”.
Tras señalar que en algunos temas “no puede haber colaboración por nuestras creencias morales y espirituales”, los obispos precisaron que la Iglesia no tiene “ninguna agenda política ni ideológica en mente”.
Asesinato de sacerdotes
La exhortación también reflexiona sobre la violencia en el país que ha cobrado la vida de tres sacerdotes en los últimos meses. Esto hizo que más de 200 presbíteros soliciten permiso para portar armas, pero que fue rechazado por los obispos desde el principio.
En su exhortación indicaron que no es nuevo que los sacerdotes sean “asesinados por testimoniar a Cristo” y alentaron a los fieles a recordar las palabras de San Pablo en su carta a los Corintios, cuando anima a “responder con una bendición” a los insultos y con “amabilidad” a los agravios.
En los últimos meses han sido asesinados en Filipinas el P. Richmond Nilo, de 44 años; el P. Mark Ventura, de 37 años; y el P. Marcelito Paez, de 72 años.
El P. Rey Urmeneta, de 64 años, excapellán de la policía, resultó herido y se está recuperando de un ataque perpetrado el 6 de junio en Calamba, al sur de Manila.
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