diciembre 4, 2024

Una regla de vida para alcanzar la santidad

Nicaragua: Obispos recorrieron calles de Masaya para evitar nueva masacre

Este 21 de junio el Arzobispo de Managua (Nicaragua), Cardenal Leopoldo Brenes, presidió una oración en la Catedral Metropolitana por la paz en el país, especialmente por la ciudad de Masaya, que desde el lunes sufre ataques de paramilitares afines al Gobierno de Daniel Ortega.

La plegaria comenzó a las 9:00 a.m. (hora local) y participaron cientos de fieles junto con el Obispo Auxiliar de Managua, Mons. Silvio José Báez; y los sacerdotes de la arquidiócesis.

Según informó la Arquidiócesis de Managua, luego del rezo, los obispos y sacerdotes partieron rumbo a Masaya para pedir al Gobierno de Ortega que detenga los ataques contra la población que tienen lugar desde el lunes.

Durante el recorrido muchas personas “salieron a saludar y agradecer a los obispos su gesto de cercanía a la población”.

Al llegar a Masaya, los prelados se conmovieron “al ver a la población desbordados en las calles llorando, pidiendo ayuda, de rodillas y suplicando que ya no sigan matando a sus jóvenes”.

Como un gesto de consuelo, los obispos y sacerdotes recorrieron las calles con el Santísimo Sacramento “pasando por lugares destruidos y barricadas que la población ha construido para protegerse de los ataques”.

Cuando la procesión llegó a la iglesia de San Sebastián, ubicada en el barrio Monimbo, el Cardenal Brenes transmitió a los fieles la cercanía de la Iglesia.

“Hemos estado siempre pendiente de todos ustedes y sus sacerdotes en comunicación permanente. Hoy hay muchas personas orando por ustedes y su ciudad (…), ahí está la fuerza de todos nosotros”, indicó antes de ceder la palabra a Mons. Báez, natural de Masaya.

Mons. Báez dijo que los sufrimientos de Masaya “los he sentido como que fueran los sufrimientos de mi madre, he estado cerca de ustedes he llorado y rezado con ustedes”.

“Le pido al Señor Jesús resucitado que los consuele que sane sus heridas, que sean hombres y mujeres de esperanza, que sean hombres que crean en la verdad y la paz”, prosiguió.

También pidió que no se confunda la justicia con venganza ni odio, ya que “la justicia es un acto de misericordia, es darles oportunidad a los criminales que se conviertan, que reconozcan su crimen, que pidan perdón y que vuelvan a ser agentes de vida”.

 

 

“No se tomen nunca la justicia con sus propias manos, tengan confianza que la no violencia es la fuerza más grande que puede transformar el mundo la de Cristo en la cruz que salvó a la humanidad”, expresó.

Por ello, los llamó a no seguir el ejemplo de los violentos “que han venido a matar a Masaya”, porque “no queremos más criminales en Nicaragua”.

En ese sentido, Mons. Baéz se dirigió también a “quienes han venido a matar a esta ciudad” y a los dirigentes del país. “Quiero hacer un llamado a Daniel Ortega y Rosario Murillo, ni un muerto más en Masaya”, expresó.

Por su parte, el Nuncio Apostólico advirtió que “cada muerto es una ofensa a Dios, por eso les pido oraciones, debemos ponernos de rodillas frente al Santísimo Sacramento que es la unidad pidiendo para que los responsables tomen sus responsabilidades seriamente”.

Aseguró que el Papa Francisco “está informado de lo que pasa aquí en Nicaragua, su corazón y sus oraciones llegan todos los días aquí, él desea que todos bajemos las emociones y pidamos no más violencia. Confiemos en Dios que Él es nuestra fuerza”.

El periódico La Prensa informó que después los obispos y sacerdotes se reunieron en la delegación policial de Masaya con el comisionado Ramón Avellán.

El Cardenal Brenes dijo que se ha logrado una tregua con los antimotines, aunque no sabe hasta cuándo durará. También se consiguió la liberación de los detenidos en Masaya y las localidades de Tipitapa y Nindirñi.

A través del Facebook de la Arquidiócesis de Managua, el Purpurado indicó que ha dejado a dos sacerdotes y a una persona “con quien estaré en comunicación permanente para que se cumplan los acuerdos”.

Tras esta reunión, los obispos regresaron a Managua.

El martes 19 de junio grupos paramilitares afines al Gobierno entraron armados a Masaya y asesinaron a unas seis personas. Otras 35 han sido heridas.