BOGOTÁ, 04 Ago. 17 / 03:06 pm (ACI).- Los miembros de más de 20 movimientos laicales de la Arquidiócesis de Barranquilla visitaron diversos hogares para preparar a las familias ante la próxima visita del Papa Francisco a Colombia.
La jornada tuvo lugar el pasado 30 de julio en el municipio de Santo Tomás, Atlántico; bajo el nombre de “Comuniquemos Esperanza”. El objetivo fue llegar a los más de 25 mil habitantes del municipio.
De acuerdo a la Delegación de Comunicaciones de la Arquidiócesis de Barranquilla, la jornada se realizó en el marco de la propuesta comunicacional y pastoral que adelanta la Iglesia local como preparación a la visita del Pontífice para “sensibilizar con acciones pastorales, mensajes publicitarios en el Departamento y estrategias digitales, sobre la importancia de vivir esperanzados en un país reconciliado y en paz”.
La jornada se inició con una Misa en la parroquia Santo Tomás de Villanueva presidida por el P. David Gómez, delegado arquidiocesano para el acompañamiento pastoral a movimientos; y concelebrada por el P. Edgar Mejía, párroco del municipio; y el P. Edimer Peña, sacerdote Eudista.
“Nosotros necesitamos ser presencia del Reino de Dios, continuar con la tarea que inicio Jesús, comunicar la esperanza en medio de las debilidades y crisis del mundo actual”, expresó el P. Gómez.
El sacerdote explicó a los miembros de los movimientos laicales que “esta jornada consiste en ser presencia de Iglesia en la calle, que cuando nos vean nos identifiquen y sepan que la Iglesia Católica se toma la geografía arquidiocesana”.
Durante la acción misionera, los movimientos visitaron familias, negocios y parques. “No hubo casa o persona que no nos recibiera, incluso tuvimos la oportunidad de comunicar esperanza y el anuncio de la venida del Santo Padre a los hermanos de otras experiencias religiosas”, expresaron los miembros de la comunidad Siervos de Cristo Vivo.
Por su parte, consuelo Herrera Izquierdo, miembro del Equipo Pastoral de Animación Parroquial-EPAP, afirmó que “Comunicar esperanza” fue “una experiencia maravillosa, las personas nos acogieron en sus casa, nos hacían entrar y sentarnos con ellos para hablar de esa esperanza que debemos mantener a pesar de los problemas”.
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