Los participantes del 34° Encuentro de Diócesis de Frontera realizado entre el 20 y 22 de mayo en la localidad de Pelotas (Brasil) reafirmaron el rol fundamental que tiene el matrimonio y la familia en la defensa de la vida y más vulnerables.
Laicos, religiosos, sacerdotes y obispos de diócesis de Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay se reunieron para compartir experiencias y analizar los “escenarios ideológicos que impactan en la familia y en los jóvenes en vistas a promover la cultura de la vida”.
“Hemos podido analizar juntos diversos escenarios contradictorios que reafirman la importancia que la familia sigue teniendo como institución fundamental en nuestras sociedades y primera transmisora de los valores y la fe”, afirmaron en el mensaje final.
“También hemos compartido experiencias de trabajo llevadas adelante en nuestros países, en defensa de la vida de los más indefensos y vulnerable”, agregaron.
En ese sentido, rechazaron “todas aquellas situaciones que atentan contra el desarrollo humano integral y contra la libertad responsable como fundamento de los proyectos de vida”.
“Especialmente negativas resultan las tendencias hacia el individualismo, la competitividad desenfrenada, la cultura del consumismo o la relativización de la verdad y de la ética que desdibujan todo humanismo al no ofrecer horizontes ciertos”, comentaron.
Los participantes del 34° Encuentro de Diócesis de Frontera manifestaron que el “contexto social de fuertes cambios en las dinámicas sociales” han impactado en las familias y los jóvenes.
“Es posible advertir en todos estos aspectos, luces y sombras. Pero por sobre todas las cosas destacamos que la familia continúa siendo muy especialmente valorada como espacio de intimidad, afecto y reciprocidad entre las generaciones”, indicaron.
Por último, el grupo alentó a promover “espacios y experiencias que impulsen una mirada crítica a la cultura de lo provisorio y de lo efímero. Una mirada que contribuya a promover la cultura de la vida y la dignidad de las personas a los efectos de potenciar familias donde se viva la equidad, la afectividad, la responsabilidad, la hospitalidad, la entrega mutua y el cuidado de los más débiles”.
“Una mirada que permita a las familias acceso al trabajo, vivienda, salud y educación integral para sus hijos. Recordando con el Santo Padre que ‘los sueños más bellos se conquistan con esperanza, paciencia y empeño, renunciando a las prisas’, nos encomendamos a Nuestra Señora Aparecida, Madre de la Vida abundante”, concluyeron.
Las diócesis participantes desde Argentina fueron Concordia, Corrientes, Formosa y Santo Tomé. Desde Brasil, las Diócesis de Bagé, Chapecó, Pelotas, Santo ngelo y Uruguaiana. Por Paraguay participó las Diócesis de Encarnación y por Uruguay las Diócesis de Melo, Salto y Tacuarembó.
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