El 19 de noviembre, un fenómeno que muchos consideraron un milagro sorprendió a Cuenca, en el sur de Ecuador. Cuando llegó a la ciudad la imagen del Señor de las Aguas de Girón, una imagen a la que se le atribuye la intercesión para traer la lluvia, una lluvia inesperada comenzó a caer sobre uno de los sectores más afectados por la sequía.
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