diciembre 25, 2024

Una regla de vida para alcanzar la santidad

El Papa acepta la renuncia del Cardenal Becciu a su cargo y a los “derechos del cardenalato”

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Cardenal Angelo Becciu. Crédito: ArchiMadrid
Cardenal Angelo Becciu.

El Papa Francisco aceptó la renuncia del Cardenal Angelo Becciu, de 72 años de edad, al cargo de Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos en el Vaticano.

Así lo indicó la oficina de prensa de la Santa Sede en un breve comunicado publicado este jueves.

“Hoy, jueves 24 de septiembre, el Santo Padre ha aceptado la renuncia al cargo de Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos y de todos los derechos relacionados con el cardenalato, presentada por su Eminencia, el Cardenal Giovanni Angelo Becciu”, señala el comunicado.

La decisión es una medida sorpresiva considerando que estaba previsto que el Cardenal Becciu presidiera la beatificación de Carlo Acutis el sábado 10 de octubre en la ciudad de Asís (Italia) donde reposan sus restos.

El Cardenal Becciu sirvió como Sustituto de la Secretaría de Estado del Vaticano entre 2011 y 2018, año en el que el Papa Francisco lo creó Cardenal y lo designó Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos.

En sus años como Sustituto habría estado involucrado con algunos escándalos financieros, más recientemente la inversión de la Secretaría de cientos de millones de euros con el empresario italiano Rafaelle Mincione y la polémica compra de un edificio de Londres.

CNA, agencia en inglés del Grupo ACI, informó que una parte sustancial de los 200 millones de dólares utilizados para financiar la compra por parte de la Secretaría de Estado de un inmueble de lujo en la Sloane Avenue en Londres se dio a través del crédito concedido por BSI, un banco suizo con una larga trayectoria de violación de las salvaguardias de blanqueo de dinero y fraude.

CNA también ha informado que en 2015 Becciu habría intentado disfrazar los préstamos en los balances del Vaticano cancelándolos contra el valor de la propiedad comprada en el barrio londinense de Chelsea, una maniobra contable prohibida por las nuevas políticas financieras aprobadas por el Papa Francisco en 2014.

El presunto intento habría sido detectado por la Prefectura de Economía, liderada entonces por el Cardenal George Pell. Importantes funcionarios de la secretaría dijeron a CNA que cuando el Purpurado australiano pidió ver los detalles de los préstamos, el Cardenal Becciu lo llamó a la Secretaría de Estado para una “reprimenda”.

El Cardenal Becciu defendió las inversiones de Londres como una “práctica aceptada”, pese a que los fiscales del Vaticano hicieron allanamientos en las oficinas de varios colaboradores cercanos del Cardenal y pese al resto de uno de los hombres de negocio involucrados.


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