Como hijos de Dios estamos invitados al banquete pascual y la preparación espiritual y vivir en gracia son vitales, pero a ello le debemos agregar la importancia de recibir la Sagrada Eucaristía como lo establece la Iglesia Católica.
Lamentablemente, existen malas prácticas presentes en nuestras iglesias que ameritan un esfuerzo de los fieles para transmitir las formas correctas de recibir la Comunión.
Existen dos formas establecidas por la Iglesia Católica para recibir el cuerpo de Cristo.
La primera es recibir la Hostia en la lengua, donde debes dar un paso adelante y de pie o de rodillas recibir la Comunión.
El Catecismo de Baltimore, empleado en las escuelas estadounidenses hasta finales de los años sesenta, apunta que “la Sagrada Eucaristía es el Sacramento que contiene el cuerpo y la sangre de nuestro Señor Jesucristo bajo la apariencia del pan y del vino”. Asimismo, precisa que “Jesucristo está presente en cada una de las pequeñas porciones de la Sagrada Eucaristía, bajo la forma del pan o del vino; porque Su cuerpo en la Eucaristía está en un estado glorificado, y como parte del carácter de una sustancia espiritual, no requiere un tamaño o forma definidos”.
Recuerda que si estás de pie debes hacer una señal de reverencia, genuflexión o una Señal de la Cruz antes de recibir la Hostia. Sé muy cuidadoso y siempre respeta la cola de comunión.
El Catecismo de Baltimore también sugiere que “al recibir la Sagrada Comunión, el comulgante incline la cabeza ante el Sacramento como un gesto de reverencia y recibe el Cuerpo del Señor de parte del ministro” (GRIM 160).
Luego de ello, el sacerdote sostiene la Hostia y dice: “El Cuerpo de Cristo”, a lo que debes responder “Amén”. Acto seguido, inclina ligeramente la cabeza hacia atrás y extiende la lengua. El sacerdote colocará la Hostia en tu lengua después de que digas “Amén”.
El segundo método para recibir la Comunión es en la mano. En este caso, debes colocarte de pie o de rodillas para recibir la Comunión. Debes tener en cuenta que si te mantienes de pie debes hacer una señal de reverencia antes de recibir la Hostia.
En ese momento, el sacerdote levanta la Hostia y dice: «El cuerpo de Cristo», y debes responder: «Amén». La forma correcta es extender la mano izquierda con la palma hacia arriba y con la mano derecha colocada debajo de la izquierda (si eres diestro), y así recibir la Hostia.
Es importante tomar y consumir la Hostia en presencia del sacerdote antes de retirarte para regresar a tu asiento.
El católico debe esforzarse por recibir al Señor Jesús no solo con el corazón dispuesto y en gracia, sino con el respeto que Cristo merece. En ese sentido, debes evitar desesperarte y querer atrapar la Hostia lo más rápido posible, tratar de adivinar cada movimiento del sacerdote o no abrir bien la boca debido a una distracción.
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