diciembre 4, 2024

Una regla de vida para alcanzar la santidad

Entrenador de selección que participa en Rusia 2018 revela su devoción a la Virgen de Fátima

ACI prensa
Fernando Santos, entrenador de la selección de Portugal que participará en la Copa Mundial de Fútbol Rusia 2018, afirmó que es un devoto de la Virgen de Fátima y que busca hacer lo que el Señor Jesús le pide.

Así lo indicó el director técnico del actual campeón de la Eurocopa, que iniciará su participación en Rusia este viernes 15 enfrentando a la selección de España.

En entrevista concedida a la revista Igreja Viva de la arquidiócesis portuguesa de Braga, el entrenador recuerda que cuando era niño visitaba dos veces al año el Santuario de Fátima. “Siempre tuve esta relación. Fui creciendo en mi relación con Dios, entre matrimonios, bautizos y en Cova de Iría todo se fue manteniendo”, dijo.

Así, sus constantes visitas al santuario mariano lo llevaron a ser “un devoto de Fátima, sobre todo un devoto del silencio”.

Al narrar que los padres de sus amigos también rezaban a la Virgen, Santos dijo que “eso está bien porque para Nuestra Señora interceder por uno seguramente es la mejor manera de conseguir algo junto al Hijo”.

Fernando Santos relató también cómo fue evolucionando su fe, como la vez que entendió la realidad del pecado gracias a la conversación con un sacerdote. Tras el diálogo recibió el sacramento de la Reconciliación.

Sobre la Misa, relató, al principio se sentaba en las últimas bancas. Cuando se casó, comenzó a sentarse cerca al altar.

Ya casado participó en un Cursillo de Cristiandad, del cual volvió renovado. “Pensaba que Él (Jesús) estaba muerto y enterrado, bien enterrado. Yo no percibía nada de esas cosas. ¡Ahora ya sé que está vivo!”, afirmó.

Ahora, indicó, “lo que me toca es el sagrario, saber que Él está ahí, que puedo conversar con Él, que Él oye lo que digo. Es una cosa buena y que no me responde luego. ¡Me responde siempre! Ese descubrimiento me cambió radicalmente, es un asunto de amor que allí comenzó a germinar”.

Dijo que desde entonces siempre usa un crucifijo como testimonio de su compromiso con Cristo, que es “el mayor compromiso de nuestra vida”.

«Socialmente es un gran compromiso porque a partir de esto tenemos la responsabilidad clara e inequívoca de cumplir aquello que Él nos pide. Y Él solo nos pide una cosa: que amemos al Padre por encima de todas las cosas y que amemos a los hermanos como Él nos amó”, subrayó.

“¿Qué nos dice además? Vayan y evangelicen. ¡Son tan pocas las cosas que pide! Si no las queremos cumplir, entonces ¿por qué asumimos el compromiso?”, cuestionó.

“Tengo la noción exacta de que mi testimonio en este momento es una gran responsabilidad. Me siento feliz por tener esa responsabilidad, no me quiero sentir presuntuoso, y esa es mi lucha constante”, resaltó el entrenador de Portugal.

Por eso, concluyó Fernando Santos, la primera oración es “con el Espíritu Santo para pedir el don de la sabiduría, la de los pequeños para poder escucharlo. Después viene la perseverancia, dejar que Él me ame siempre. Y en tercer lugar la humildad, para que Lo pueda servir en los hermanos”.