, 11 Ago. 23 (ACI Prensa).-
Ante los recientes cambios promulgados por el Papa Francisco sobre las Prelaturas personales, que afectan al Opus Dei, un experto canonista absuelve la interrogante: ¿Es el fin de la fundación de San Josemaría Escrivá o qué le depara el futuro?
Para el P. Luis Felipe Navarro, Doctor en Derecho Canónico y rector de la Pontificia Universidad de la Santa Cruz en Roma, “en absoluto” la decisión del Papa marca el final del Opus Dei, nombre de orígen latino y que significa “Obra de Dios”.
“Si sus miembros viven y transmiten el carisma que Dios ha querido para la Obra al servicio de la Iglesia, perdurará en el tiempo y gozará de salud espiritual”, aseguró el sacerdote, en declaraciones a ACI Prensa este 10 de agosto.
¿Qué es el Opus Dei?
El Opus Dei fue fundado el 2 de octubre de 1928 por San Josemaría Escrivá de Balaguer. El carisma de la “Obra” es la santificación del trabajo en medio de los quehaceres ordinarios del cristiano. Dentro de la Prelatura actualmente hay sacerdotes así como laicos solteros y casados dedicados a todo tipo de profesiones y oficios.
Siete años después de la muerte de San Josemaría, y después de pasar por diversas figuras canónicas, el 28 de noviembre de 1982, a través de la Constitución apostólica Ut sit, San Juan Pablo II erigió al Opus Dei como Prelatura personal.
Las reformas del Papa Francisco
En una nueva Carta Apostólica en forma de Motu Proprio, difundida el 8 de agosto, el Papa Francisco modifica los cánones relativos a las Prelaturas personales. En adelante, este tipo de prelaturas se equiparan con las asociaciones clericales públicas que tienen facultad para incardinar clérigos.
Este nuevo Motu Proprio fue publicado poco más de un año después, Ad charisma tuendum (“Para tutelar el carisma”), con el que el Papa Francisco había transferido las competencias en materia de prelaturas personales del Dicasterio de los Obispos al del Clero, y estableció que en adelante el Prelado no será obispo.
De esa forma, adaptaba la situación del Opus Dei a las disposiciones de la Constitución Apostólica “Praedicate Evangelium” sobre la Curia Romana, promulgada en marzo de 2022.
Hasta entonces, las prelaturas personales se asemejaban a las territoriales, encabezadas tradicionalmente por un obispo.
Para el P. Navarro, con su nuevo documento, el Santo Padre “ha querido explicitar en qué consisten las Prelaturas personales, en continuidad con la decisión que tomó en 2022, teniendo en cuenta esta concepción y decisiones de Gobierno de colocar las Prelaturas bajo el Dicasterio para el Clero”.
El rector de la Pontificia Universidad de la Santa Cruz lo explicó así: “La Prelatura personal en el fondo es una configuración jurídica, es como un traje. Hay trajes que son prêt-à-porter (frase del mundo de la moda que se refiere a prendas producidas en serie en función de la demanda) y hay otros que el sastre los hace a medida. Lo importante es la persona que viste el traje y que este le quede bien”.
“Este traje ahora tendrá que ser ajustado a la nueva normativa. Habrá que ver cómo se hace para que, respetando la norma, se adapte lo mejor posible a la persona. Esto se hace con los estatutos”, indicó.
“Dos cosas principales” en los cambios realizados por el Papa
El P. Navarro señaló que “en los cambios hay dos cosas principales en lo que es a esta nueva normativa”, especialmente referente al papel de los sacerdotes y los laicos en el Opus Dei.
Sobre los sacerdotes, apuntó, “se dispone que las Prelaturas personales se equiparan, se asimilan, a las asociaciones clericales con facultad de incardinar”, lo que significa que “en el fondo se parecen a unas asociaciones de clérigos que, para obtener sus finalidades eclesiales, tienen sacerdotes dependientes del moderador de la asociación, porque están vinculados a la asociación. Ese es el nuevo traje”.
El rector de la Universidad de la Santa Cruz precisó que la incardinación significa que “el sacerdote tiene como autoridad para su tarea pastoral al obispo de la diócesis o al sacerdote cabeza de la asociación. Estas autoridades son quienes dan los encargos pastorales, como el nombramiento de párroco o de capellán”.
“Es un contrato de trabajo que indica quién es tu jefe, de quién dependes, quién te manda. Si dependes del obispo diocesano, él te puede decir, por ejemplo: ‘eres párroco o vas a trabajar a un tribunal’”.
Sobre el papel de los laicos de las Prelaturas personales, el P. Navarro precisó que “pertenecen siempre a la diócesis o a una parroquia del lugar donde viven. Todos los católicos sabemos quién es nuestro Obispo y nuestro párroco”.
“Como una persona puede vivir en distintos lugares, puede tener distintos obispos y párrocos y acudirá a uno de ellos para recibir los sacramentos y la Palabra de Dios”, continuó.
Puso como ejemplo el caso de “un miembro del Opus Dei que se va a casar, se casa en la parroquia, tiene que pedir el permiso al párroco suyo”.
“Dos miembros del Opus Dei van a casarse y piden el permiso al párroco. No se le pide permiso al Prelado, no se le pide al sacerdote del centro (del Opus Dei). El párroco es el competente”.
“Siempre se ha hecho así, pero nos lo recordaron”, indicó.
Para el P. Navarro, con el documento del Papa Francisco “no ha habido un cambio sustancial, sino que se ha explicitado algo que ya era implícito. Existía ya antes, pero había gente que no se había enterado de que eso era así”.
“Lo que sí cambia es que la Prelatura se asimila más a una asociación clerical”, precisó.
Sobre la vocación del Opus Dei
El Doctor en Derecho Canónico recordó que el carisma del Opus Dei “es principalmente para laicos de todo tipo: enfermos, solteros, casados, viudos, etc.”.
“La misión de esos fieles laicos es santificar su familia, su trabajo, la sociedad donde viven, sus asociaciones deportivas, culturales, todo eso”, subrayó.
Luego el P. Navarro precisó que “lo que es más importante es decir qué es lo que vio San Josemaría y cómo. ¿Qué cosa quería Dios con el Opus Dei? Transmitir a la Iglesia y a la sociedad humana que la santidad en medio del mundo es posible”.
Finalmente, el rector de la Universidad de la Santa Cruz detalló los pasos que habrá que seguir a raíz de este nuevo Motu Proprio.
“Hay una nueva normativa. Habrá que ver cómo se aplica a través de los estatutos. De hecho, el Papa Francisco había pedido el año pasado a la Obra revisar sus estatutos y hace unos meses se realizó a tal fin un congreso general. Posteriormente, se han presentado a la Santa Sede para su estudio”.
“Ahora habrá que retocar de nuevo esos estatutos revisados. Ya veremos cómo va a quedar todo esto. Mientras tanto, la vida sigue”, finalizó.
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