, 10 Ago. 23 (ACI Prensa).-
Christopher “Chris” Smith, congresista republicano estadounidense, exigió al dictador Daniel Ortega que presente “pruebas” a la comunidad internacional de que el Obispo Rolando Álvarez está vivo, y que permita que la Cruz Roja examine su estado de salud.
En un comunicado difundido este 10 de agosto, Smith señaló que Mons. Álvarez, Obispo de Matagalpa encarcelado injustamente desde febrero de este año por el régimen que encabeza Ortega junto a su esposa Rosario Murillo, es “un valiente y compasivo siervo de Dios”, que “según los informes, permanece injustamente encarcelado en el Complejo Penitenciario Jorge Navarro, llamado La Modelo, que es conocido por sus duras condiciones”.
El acoso del régimen contra Mons. Álvarez, duro crítico de las violaciones de derechos humanos en Nicaragua, se intensificó a inicios de agosto de 2022, y llevó a que el Prelado fuera obligado a permanecer secuestrado dentro de la casa episcopal durante dos semanas.
El 19 de agosto de ese año los policías que rodeaban la casa episcopal ingresaron a la fuerza y se llevaron a Mons. Álvarez a Managua, donde lo mantuvieron en prisión domiciliaria. Así permanecería hasta que fue condenado a 26 años de prisión por “traición a la patria” el 10 de febrero, y fue despojado de sus «derechos ciudadanos» de forma «perpetua».
A inicios de julio se conoció que las negociaciones entre la Iglesia y la dictadura para liberar y deportar a Mons. Álvarez fracasaron.
En su comunicado de este 10 de agosto, el congresista estadounidense señaló que “dado que no ha habido pruebas fehacientes del estado de salud del obispo ni siquiera de que esté vivo, hago un llamado al presidente Ortega para que proporcione pruebas a la comunidad internacional de que el obispo Álvarez sigue vivo y permita el acceso inmediato de la Cruz Roja para examinar su salud sin restricciones y sin la presencia de funcionarios gubernamentales o guardias penitenciarios”.
Smith subrayó que “la seguridad y el bienestar del obispo Álvarez y los demás presos religiosos y políticos que continúan siendo perseguidos por el régimen de Ortega-Murillo es una de las principales preocupaciones del Congreso de los Estados Unidos y de los defensores de los derechos humanos en todo el mundo. Todos los presos religiosos y políticos deben ser liberados”.
Al concluir su mensaje, el legislador renovó su solicitud a Ortega “para que me ayude a sostener una reunión con el obispo Álvarez en Nicaragua”.
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