La escuela católica Sacred Heart (Sagrado Corazón) de Uvalde, Texas, reinició clases este 15 de agosto, a casi tres meses de la masacre que enlutó la ciudad y todo Estados Unidos, y que ocurrió a menos de dos kilómetros de ahí.
El 24 de mayo, un joven de 18 años, armado con un rifle de asalto, ingresó a la escuela primaria pública Robb y asesinó a 19 niños y a dos maestras, antes de ser abatido por las autoridades.
La masacre golpeó duramente a la pequeña comunidad de Uvalde, de poco más de 15 mil habitantes, en su gran mayoría hispanos y católicos.
Memorial dedicado a las víctimas de la masacre, en el exterior de la escuela primaria Robb, en Uvalde. Crédito: David Ramos / ACI Prensa.
Once de los funerales se realizaron en la parroquia Sacred Heart, contigua a la escuela del mismo nombre, la única iglesia católica en la ciudad.
Catholic Extension, organización estadounidense que ayuda a distintas diócesis, ha lanzado una campaña de recaudación de fondos para ayudar a que muchos niños que estudiaban en la escuela pública Robb puedan acceder a la educación en la escuela católica Sacred Heart.
“Más de 80 niños en Uvalde buscan transferirse a la escuela para ayudarlos a comenzar su curación y superar el trauma”, señaló Catholic Extension, a través de sus redes sociales.
“Once de estos niños recibieron disparos y sobrevivieron” a la masacre del 24 de junio, añadió.
Catholic Extension precisó que “la mayoría de las familias” no pueden costear la educación en la escuela católica, de carácter privado, y recordó que “el 80 por ciento de las familias con niños en edad escolar en Uvalde se clasifican como de bajos ingresos”.
Según recoge Catholic Television of San Antonio (CTSA), el servicio televisivo de la Arquidiócesis de San Antonio, a la que pertenece la parroquia Sacred Heart en Uvalde, en el primer día de clases el Arzobispo, Mons. Gustavo García-Siller celebró la Santa Misa y participó en una ceremonia de inauguración junto a los niños y sus familias.
Mons. Gustavo Garcia-Siller corta un simbólico listón junto al P. Eduardo Morales, párroco de Sacred Heart, en el reinicio de clases. Crédito: CTSA.
En la Misa, el Arzobispo recordó que “desde el inicio hemos caminado de la mano de estas familias en Uvalde”.
“Parece que hace un momento estuvimos aquí con ellos durante sus servicios de duelo y funeral”, expresó.
“En esta misma iglesia acogemos a los más pequeños, ofreciéndoles amor y esperanza para su futuro. No puedo pensar en un lugar más hermoso para abrazarlos que en el Sagrado Corazón de Jesús”, añadió.
Ceremonia de inicio de año escolar en la escuela Sacred Heart, el 15 de agosto. Crédito: CTSA.
A raíz de la masacre en la primaria Robb a fines de mayo, la escuela católica instaló nuevos mecanismos de seguridad, entre ellos una cerca perimetral y protección balística en las puertas y en las ventanas de sus instalaciones.
Además, indica CTSA, durante los días de vacaciones escolares se realizaron diversas actividades de acompañamiento para ayudar a “reducir el estrés del regreso a clases” en la comunidad.
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