diciembre 3, 2024

Una regla de vida para alcanzar la santidad

Cristianos y musulmanes expresan su entusiasmo por viaje del Papa a Irak

Jóvenes en la iglesia católica St. George Chaldean en Telskuf, Irak (2020) / Crédito: Cortesía del P. Karam Shamasha

Tanto los cristianos como los musulmanes iraquíes expresaron su entusiasmo por el próximo viaje del Papa Francisco a Irak, comentó esta semana un colaborador que realiza trabajo humanitario con sede en Erbil, capital del Kurdistán iraquí.

Davide Bernocchi, representante de Catholic Relief Services (CRS) para Irak, dijo a CNA –agencia en inglés del Grupo ACI– que “la gente está realmente esperanzada y agradecida por esta visita”, que se llevará a cabo del 5 al 8 de marzo. 

“Este país ha estado en el centro de atención por malas noticias durante tantos años, lamentablemente, y ahora están realmente felices de ser el centro de atención del mundo durante unos días debido a este gran y positivo evento”, aseguró.

Además, dijo que “no son solo los cristianos”, sino “todo el pueblo iraquí el que está esperando esta visita”.

“Mi sensación es que, con la excepción de los pequeños restos de ISIS [Estado Islámico], todos los demás están realmente felices con esta visita”, dijo.

Grandes pancartas que representan al Papa Francisco junto a Ali al-Sistani, un clérigo chiíta influyente en Irak, han sido colocadas en Nayaf, uno de los lugares de peregrinación más sagrados del islam chiíta, después de La Meca y Medina.

Un hashtag en árabe relacionado con el viaje del Papa fue tendencia en los sitios de redes sociales en Irak el 3 de marzo. Usando el hashtag #أطلب_من_البابا  (que significa “Pregúntale al Papa”), los iraquíes comentaron sobre la campaña del gobierno que busca embellecer las calles de las ciudades que visitará el Papa. Los comentarios buscan mejorar la infraestructura y servicios públicos.

“Le pido al Papa que viaje en automóvil por la carretera principal hacia el norte. Quizás también lo pavimenten”, escribió el ciudadano Hussein Habib, según un informe de AFP.

Actualmente 29 organizaciones de ayuda humanitaria operan en Irak, incluidas Islamic Relief Worldwide y Catholic Relief Services, las cuales firmaron una declaración conjunta el 2 de marzo dando la bienvenida a la visita del Papa Francisco al país.

“Como organizaciones religiosas, aceptamos plenamente este mensaje de fraternidad y diálogo que el Papa Francisco está trayendo a Irak”, dice la carta.

“Creemos firmemente que representa un camino necesario para sanar heridas pasadas y construir un futuro para las diversas comunidades del país. Trabajamos en colaboración con las autoridades nacionales y locales para ayudar a las comunidades a reconciliarse, reconstruir la paz y reclamar sus derechos colectivos a la seguridad, los servicios y los medios de vida”, dijo.

Hassan Amer, un joven musulmán que trabaja con el proyecto Shared Future de CRS dijo que “independientemente de su religión, las personas deben ser para las personas”. “Deben apoyar y defender a los demás. La visita del Papa subraya este mensaje para las comunidades iraquíes”, dijo.

La visita del Papa Francisco se produce cuando la situación de seguridad del país es inestable. El 3 de marzo, dos días antes del viaje del Papa, 10 cohetes impactaron en el aeropuerto militar de Ain al-Assad en el oeste de Irak, que alberga a las tropas de la coalición liderada por Estados Unidos, matando a un contratista estadounidense, según AFP.

En su declaración conjunta, los 29 grupos de ayuda destacaron los importantes desafíos que enfrenta Irak, incluida la gran necesidad de los 1.2 millones de desplazados internos y los 4.8 millones de repatriados del país.

“Irak es la cuna de la civilización humana y un hermoso país de rica diversidad cultural y religiosa. Durante siglos, muchas comunidades étnicas y religiosas convivieron en esta tierra”, escribieron las organizaciones en su declaración.

“Sin embargo –continuaron–, en las últimas décadas Irak ha sufrido la guerra, la inseguridad y la inestabilidad y, más recientemente, el surgimiento de ISIS. Tal secuencia de conflictos ha tensado profundamente las relaciones entre las comunidades y dañado el tejido social del país”. 

“Mientras tanto, una crisis económica cada vez más grave, agravada por la pandemia de COVID-19, está empujando a muchos a la pobreza y privando al gobierno de los recursos necesarios para ayudar a su propia gente”, agregó.

Una forma en que CRS ha estado trabajando para ayudar a reconstruir comunidades devastadas es a través del programa Shared Future, financiado por USAID, que reúne a jóvenes de diferentes religiones para trabajar juntos en proyectos de reconstrucción.

“Creo que es un proyecto muy interesante porque básicamente lo que hacemos es, en coordinación con líderes religiosos locales de diferentes religiones, juntamos a los jóvenes y les dejamos analizar los problemas comunes y encontrar soluciones y luego apoyamos la implementación de esos soluciones financieras, técnicas, etc.”, dijo Bernocchi.

“Y estas son iniciativas conjuntas que son realmente útiles para reconectar a personas de diferentes comunidades, porque sabes que el problema es que ISIS tenía este proyecto infernal para destruir la diversidad, y la diversidad es el tejido social de este país”.

Se estima que la tasa de desempleo de los jóvenes en Irak es del 36%, según un informe publicado por Atlantic Council en febrero.

Los bajos precios del petróleo, el despilfarro y la corrupción del gobierno y una mala situación de seguridad dificultan aún más el potencial de crecimiento económico del país. 

Aproximadamente el 60% de la población iraquí tiene menos de 25 años. Según el informe, “muchos de estos jóvenes iraquíes están desempleados, o al menos poco comprometidos, lo que significa que a menudo están empobrecidos, aburridos y resentidos. Muchos han quedado traumatizados por una guerra casi constante”.

El informe decía: “Los años de conflicto han reducido significativamente las oportunidades educativas, haciendo que muchos iraquíes sean desempleados incluso en los oficios, debido a su falta de habilidades. Es probable que no haya suficientes iraquíes calificados para asumir trabajos técnicos, en caso de que aumente la necesidad de estos trabajos”.

Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) anunció el 3 de marzo que financiará con 1.5 millones de euros (alrededor de 1.8 millones de dólares) las becas universitarias para 150 estudiantes en la Universidad Católica de Erbil, que tiene estudiantes cristianos, musulmanes y yazidíes.

“Esta ayuda de becas no solo beneficiará a un cierto número de jóvenes que esperan un futuro mejor, sino que es un fuerte signo de solidaridad hacia los cristianos y todas las demás minorías de la región”, dijo a ACN Mons. Bashar Warda, Arzobispo caldeo de Erbil.