REDACCIÓN CENTRAL, 10 Ago. 23 (ACI Prensa).-
Este 11 de agosto celebramos a la fundadora de las clarisas, Santa Clara de Asís, quien tuvo una visión especial de Dios. Aquí 5 datos sobre esta gran mujer que escribió una regla para religiosas.
1. Es patrona de la televisión y las telecomunicaciones
A finales de los años 50, la televisión se estaba convirtiendo en una de las formas de comunicación más importantes de la sociedad moderna.
Por ello, el Papa Pío XII quiso ofrecer la bendición y protección de la Iglesia Católica para esta nueva tecnología. Así, en 1958 publicó una Carta Apostólica proclamando a Santa Clara Patrona de la Televisión.
En el texto, se señala que la Iglesia apoya la innovación tecnológica, el avance y recomienda el uso de la tecnología moderna para la proclamación del Evangelio. Además, se reconoce que la televisión es capaz tanto del bien como del mal, por lo que requiere que tenga un santo patrono para la protección espiritual.
El Santo Padre eligió a Santa Clara de Asís, quien vivió un interesante episodio de su vida en el siglo XIII.
Cuenta la historia que, en una Navidad, Santa Clara estaba enferma y no podía salir de su cama para asistir a la Misa.
Sin embargo, milagrosamente, Dios le dio una visión de la Eucaristía en su convento en tiempo real, algo parecido a una transmisión de “televisión espiritual”.
2. Fue gran amiga de San Francisco de Asís
En la Audiencia General del 15 de septiembre de 2010, el Papa Benedicto XVI dijo que “para Clara, sobre todo al principio de su experiencia religiosa, Francisco de Asís no solo fue un maestro cuyas enseñanzas seguir, sino también un amigo fraterno”.
Cuando Clara tenía 18 años, San Francisco acudió a la iglesia de San Giorgio de Asís para predicar durante la Cuaresma. Clara, después de escucharlo, sintió en su interior una llama que encendió su corazón y pronto le hizo suplicar a San Francisco que la ayudara a vivir también “según el modo del Santo Evangelio”.
San Francisco, que enseguida reconoció en Clara una de esas almas escogidas destinadas por Dios para grandes cosas, prometió ayudarla y se convirtió en su guía espiritual.
En 1212, Clara huyó de su casa y se encaminó a la Porciúncula (Italia), donde entró a formar parte de la Orden de los Hermanos Menores. Clara prometió obedecer a San Francisco en todo.
Ese mismo año, Santa Clara y San Francisco de Asís fundaron la segunda orden franciscana o de hermanas clarisas.
Ella y sus seguidoras se trasladaron al convento de San Damián, donde la santa permaneció 41 años hasta el día de su muerte.
3. Es la primera y única mujer en escribir una regla de vida religiosa para mujeres
Benedicto XVI aseguró que “Clara fue la primera mujer en la historia de la Iglesia que compuso una Regla escrita, sometida a la aprobación del Papa, para que el carisma de Francisco de Asís se conservara en todas las comunidades femeninas que ya se iban fundando en gran número en su tiempo y que deseaban inspirarse en el ejemplo de Francisco y de Clara”.
Su decisión de escribir una regla fue una desviación radical de las normas religiosas de su tiempo. Solo después de insistir, el Papa Inocencio IV lo aprobó dos días antes de la muerte de Clara, el 11 de agosto de 1253.
4. Hizo sorprendentes milagros con panes
Cierto día, tenían un solo pan para 50 hermanas clarisas. Santa Clara lo bendijo y rezando todas juntas el Padre Nuestro, multiplicó el pan y lo repartió a sus hermanas.
Luego envió la otra mitad a los hermanos menores. Ante esto, dijo: «Aquel que multiplica el pan en la Eucaristía, el gran misterio de fe, ¿acaso le faltará poder para abastecer de pan a sus esposas pobres?».
En otra ocasión, en una de las visitas del Papa Inocencio III al convento, Santa Clara hizo preparar las mesas y poner el pan en ellas para que el Santo Padre bendijera.
El Pontífice pidió a la santa que fuera ella quien lo hiciera, a lo que Clara se opuso rotundamente.
El Papa la instó a que hiciera la señal de la cruz sobre los panes y los bendijera en el nombre de Dios. Santa Clara, como verdadera hija de obediencia, bendijo muy devotamente aquellos panes con la señal de la cruz, y al instante apareció en todos los panes marcada la señal de la cruz.
5. Padeció enfermedad por muchos años
Santa Clara estuvo enferma 27 años en el convento de San Damián, soportando todos los sufrimientos de su enfermedad. En su lecho bordaba, hacía costuras y oraba sin cesar.
El Papa la visitó dos veces y exclamó: “Ojalá yo tuviera tan poquita necesidad de ser perdonado como la que tiene esta santa monjita”.
Cardenales y obispos iban a visitarla y a pedirle sus consejos.
San Francisco ya había muerto, pero tres de los discípulos preferidos del santo, Fray Junípero, Fray Angel y Fray León, le leyeron a Clara la Pasión de Jesús mientras agonizaba.
La santa repetía: “Desde que me dediqué a pensar y meditar en la Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo, ya los dolores y sufrimientos no me desaniman sino que me consuelan.
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